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Capítulo 4º

4.3/ El individualismo anarquista

Con la introducción del individualismo anarquista en España - al parecer siguiendo la misma vía que tomó el anarco-comunismo: la villa de Gracia - uno de cuyos órganos en la prensa más representativos fueEl Porvenir Anarquista se inició en España una saga de periódicos y revistas muy próximos a esta tendencia. Sus características principales serían su violento lenguaje y su efímera vida. Algunos se sucedieron a sí mismos con el nombre cambiado para evitar la represión policial a que se veían constantemente sometidos por sus especiales cualidades.

Su período de efervescencia se sitúa entre 1890 y 1896 [703]. Sus áreas de influencia fueron: Barcelona, Gracia, Sabadell, Valencia, Zaragoza, Bilbao, San Sebastián, Algeciras, Sevilla y Reus, principalmente [704].

Partían todos ellos de una repulsa a los sistemas organizativos hasta entonces ensayados. La opinión que les merecían era prácticamente la misma que la expresada por La Unión Obrera de San Martín de Provençals:
«La organización trae en sí el germen de la sumisión, del idiotismo e imbecilidad. [705]»

Este rechazo les constreñía necesariamente a la búsqueda de nuevos modelos organizativos basados en «las relaciones: el origen de la crítica, examen y, por ende, principio esencial del estado racional y científico. [706]»

Pero la desorientación en un primer momento era la tónica general. Paul Bernard - antiguo redactor de El Porvenir Anarquista - lo exponía de modo claro. Después de lanzar severas críticas a la organización y de hacer apología de su contrario, añadía:
«El período ciego en el cual entramos ha arrojado algún desorden en nuestras filas, estamos desorientados, y esto no podía menos de suceder. El ciego que recobra la vista, no puede mirar al sol impunemente, y preciso es que nos acostumbremos a ir solos, libremente. [707]»

Miguel Rubio - uno de los primeros anarco-comunistas españoles - publicó en SevillaLa Tribuna Libre. Su primer número apareció en diciembre de 1891, sin lograr ir más allá del número tres. Seguramente debido a la acalorada defensa que hizo de los sucesos de Jerez [708].

En Zaragoza la propaganda periódica anarquista hizo su aparición de la mano de los anarco-comunistas. El Rebelde inició la serie en septiembre de 1893. Su actitud en defensa de Paulino Pallás significó su fin [709].

Como eco lejano apareció a más de un año de distancia El Eco del Rebelde [710]. Sus características serían idénticas a las de la anterior publicación. Su rechazo de cualquier tipo de programa y por consiguiente de la organización (del tipo que fuere), la fundamentaban en la imperfección de los mismos y en el implícito freno al progreso que en sí llevan. Este supone la sentencia de muerte para la organización que con el tiempo hará fatalmente efectiva [711].

Cuando fue suspendido por orden gubernativa se sucedió a sí mismo con el nombre de El Invencible en el que afirmaba la redacción:
«si fuera suspendido saldría otro, y luego otro, con un nuevo redactor responsable y así hasta que no quedemos ninguno por las calles de Zaragoza. [712]»

A su vez sería denunciado por partida doble y su director encarcelado [713].

El Comunista sería el último de la serie, con idénticas características. Tampoco duraría mucho [714]. Al parecer los responsables de estos periódicos eran, entre otros, Juan Palomo y Palmiro, de los cuales lo ignoramos todo, salvo que eran anarquistas.

De modo similar los anarquistas de Sabadell, en homenaje a su correligionario francés Ravachol, guillotinado el 11 de julio de 1892, publicaron un periódico con este título [715]. Rápidamente fue suspendido y su director - Joaquín Pascual - perseguido y encarcelado, acabaría por escaparse de la cárcel [716].

Poco tiempo después aparecería El Eco de Ravachol que correría parecida suerte. El número 3 fue denunciado y su director - F. Toronell - encarcelado y procesado [717].

El último periódico - Ariete Anarquista - apareció en Barcelona en marzo de 1896, casi un año después de que fuera suspendido La Nueva Idea de Gracia a raíz de la arbitraria e injusta denuncia de que fue objeto [718].

Estos periódicos, por las condiciones de semi- clandestinidad en que tenían que desenvolverse, no disponían de redes de distribución adecuadas y veían su campo de acción muy limitado. Apenas si iban más allá de la localidad en la que se editaban. La financiación era generalmente voluntaria. Por ello el déficit aumentaba a cada número [719]. Su periodicidad, por lo mismo, era muy irregular y se limitaban a la fórmula: «Aparecerá cuando pueda.»


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[703La bomba de Cambios Nuevos y la represión subsiguiente acabó por hacer desaparecer los últimos vestigios del individualismo anarquista en España

[704Madrid y Galicia no tuvieron prensa de estas características. Quizá debido a la influencia de La Anarquía y La Idea Libre en la primera y El Corsario en la segunda

[705La Unión Obrera, n.1 (21 dic. 1895), 1 (incluido en la cabecera como lema)

[706Ibid.

[707«La desorganización», La Revancha (Reus), n.1 (4 sep. 1893), 2-3. Véase del mismo autor, «El orden por la anarquía», id., n.2 (23 sep. 1893), 1-2

[708«Sucesos de Jerez», n.3 (23 ene. 1892), 2

[709Además de ser sucesivamente denunciado, el día 28 de noviembre de 1893, la policía efectuó registros en los domicilios de conocidos anarquistas, El Corsario (La Coruña), 177 (3 dic. 1893), 4 y también, El Eco del Rebelde (Zaragoza), 2 (6 jun. 1895), 1

[710Su primer número es del 11 mayo 1895. «El Rebelde pasó con rapidez, pero dejó un Eco que hoy empieza a dejarse oír», «Aún hay compañeros», en el n.1 citado

[711«Puritanismo anárquico» (I), n.2 (6 jun. 1895), 3

[712«Aviso importante», El Invencible (Zaragoza), 1 (27 ago. 1895), 1

[713Las denuncias en El Corsario (La Coruña), 233 (4 jun. 1896), 4. En El Comunista (Zaragoza), n.3 (31 dic. 1895), 4, se da cuenta del juicio contra el director de El Invencible, cit. por Fernández Clemente y Forcadell, Historia prensa aragonesa, op. cit., 156

[714Tres números entre el 6 de noviembre y el 31 diciembre 1895

[715Dos números entre el 22 octubre y el 2 noviembre 1892

[716El Productor (Barcelona), 323 (3 nov. 1892), 2; 329 (15 dic. 1892), 2; 358 (6 jul. 1893), 1. El relato de la fuga de la cárcel lo toma del periódico La Publicidad

[717Se publicó en enero de 1893. Vease El Productor (Barcelona), 336 (2 feb. 1893), 3; 340 (2 mar. 1893), 3 y también, La Anarquía (Madrid), 127 (17 feb. 1893), 4

[718Véase la carta que Luis Mas mandó a la redacción de El Invencible (Zaragoza), n.1 (27 ago. 1895), 2, en la que informaba de la definitiva suspensión de la revista a pesar de haber asegurado su reaparición, debido a la denuncia que hemos mencionado

[719El Invencible (Zaragoza), n.1 cit., pag. 4, publica las cuentas del número cuatro de El Eco del Rebelde. El déficit total ascendía a 14 _ y 70 cts.