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Capítulo 1º

1.7/ La supresión de la prensa internacionalista

Después de una corta y desafortunada etapa republicana parlamentaria. Cuando todavía no tenía un año de existencia, el parlamento es disuelto por la fuerza de las armas el 3 de enero de 1874.

Con este golpe de estado se ponía fin a una etapa revolucionaria abierta menos de 6 años antes. La resistencia fue meramente simbólica. Salvo Barcelona y algunas villas cercanas como Gracia y Sans, donde se levantaron barricadas y fue declarada la huelga general, en el resto de país la tranquilidad fue casi absoluta [346].

El 11 de enero era decretada la disolución de la Internacional. Muchos de sus locales habían sido ocupados por el ejército y sus secciones y federaciones fueron disueltas. Las publicaciones internacionalistas fueron suprimidas casi totalmente [347]

En estas condiciones - presos o exiliados muchos de sus dirigentes - la Internacional se vio forzada a pasar a la clandestinidad. Esta se prolongaría hasta 1881 [348]


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[346Termes, op. cit., 252-253; Martínez de Sas, Introducción a Cartas…, op. cit., VII, pags. I-II

[347La Federación publicó su último número el 3 de enero. El Condenado todavía continuaría hasta el 9. La Revista Social dejó de aparecer durante una semana de enero y suspendió sus publicaciones entre febrero y mayo. Pero después continuó editándose hasta 1880, aunque con un carácter muy moderado.

[348Dos mese antes, cuando la represión contra la Internacional arreciaba, la comisión federal había anunciado: «Esa conducta nos empuja por desgracia de la humanidad a un estado de horribles represalias en las que calle la palabra, enmudezca la pluma y cesen las funciones de la razón. Pues qué ¿sería mucho suponer viéndose el trabajador perseguido, acorralado, ojeado por los sabuesos de la burguesía como un jabalí de los montes, saliese éste disparado contra sus cazadores y buscase el alimento de su natural furor en la venganza personal?» Circular n.34, Cartas…, op. cit. VII, 323, cit. por Martínez de Sas intro. citada, pag. IV