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Capítulo 8º

8.2/ Revista Nueva: Una nueva dimensión filosófica del anarquismo

En un momento de grave crisis organizativa y de replanteamiento de posiciones, surgió en Barcelona una revista con proyectos de «revisión filosófica del anarquismo» [1358].

Revista Nueva, auspiciada por Antonio García Birlán (“Dionysios”), afirmaba venir al campo de las letras con un criterio de selección. Heredera de la vieja tradición de Acracia, Ciencia Social o Natura, entre otras, intentará nuevamente sentar las bases teóricas de un anarquismo de carácter abierto, receptivo a las nuevas ideas que explícita o soterradamente se manifestaban. Con una concepción humanista amplia, se colocaba fuera de toda secta y de todo partido.

«Todos los movimientos sociales, artísticos y literarios; todas las nuevas concepciones científicas, sociológicas y filosóficas, tendrán en las páginas de esta revista su adecuada resonancia (…) Libertad. Selección. Nos colocamos bajo la amplitud de esas dos palabras al comenzar nuestra obra. Dentro de las publicaciones de nuestro país queremos ser algo nuevo (…) Revista Nueva quiere ser una luz para seguir ese camino (el de los cambios, movimientos fugaces y casi imperceptibles). [1359]»

Ardua tarea que encontraría escaso eco en los medios anarquistas o, cuando mucho, duras críticas [1360]. Al parecer otros problemas más acuciantes reclamaban la atención del movimiento anarquista en esos momentos.

Dentro de esta línea de revisión de las ideas ácratas jugó un papel importante en la revista Pio Ayala. En su artículo, «La necesidad de las revisiones [1361]», trazaba un cuadro aproximado de la forma de evolución de las ideas y en particular las anarquistas. Era necesario entresacar del ideal las ideas que permanecen porque son comprobables de aquellas otras que son meras declaraciones de principios, muy bellas y atrayentes en general, pero faltas de consistencia.

«El anarquismo, si en muchos aspectos tiene horizontes de madurez, en otros aún perdura la infancia; las cuatro paredes de los primeros pasos. Este horizonte, ya lo hemos dicho varias veces, está lleno de bellezas, dentro de su limitación, especialmente por la apetencia de salir de él, como el niño que quiere saltar por el balcón; de aquí su pasión y su ímpetu. Sin olvidarse de esta belleza primeriza, tan lozana, gentil y gozosa, es necesario que todo el horizonte se ensanche, porque ya es su edad madura y debe llegar a plenitud. [1362]»

Se trataba, en definitiva, de expurgar las ideas sublimes, propias de tiempos heroicos y asentar la concepción anarquista de la evolución social sobre bases científicas, para que ésta adquiriese la necesaria consistencia como para levantar un edificio crítico lo suficientemente sólido.

Llevó a cabo una buena labor en el escaso año y medio de vida [1363], reproduciendo textos clásicos de Guyau y otros e insertando escritos de carácter filosófico, científico, sociológico o artístico en la línea previamente trazada. Su influencia no se dejaría sentir hasta algunos años más tarde bajo la 2ª República, donde surgirían renovados intentos dirigidos en el mismo sentido.

Indiferente a la competencia que representaba La Revista Blanca por un lado y Revista Nueva por otro, Hermoso Plaja sacó a la luz Vértice, poco antes de que desapareciera la última revista citada.

De pretensiones modestas en un principio, se intentaba con ella alcanzar elevados objetivos en la propaganda del ideal anarquista.

«Sembrará ideas, porque hombres de ideas elevadas son quienes iniciaron esta revista; tratará de arte y de ciencia, porque la vida no tendría estímulo sin el conocimiento y la manifestación de estos conceptos… [1364]»

Con un amplio contenido gráfico procedió a ensayar aspectos nuevos en esta vertiente del periodismo, poco utilizada por la propaganda anarquista, pero los tiempos no eran propicios. Su primer número fue también el último; ignoramos por que razones desapareció, pero las de tipo económico debieron tener una fuerte influencia.


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[1358Elorza, «El anarcosindicalismo bajo la dictadura…», art. cit., I, pag. 143

[1359«Al nacer», n.1 (29 mar. 1924), 1

[1360Como la polémica que Pedro Esteve abriría en las páginas de Cultura Obrera de Nueva York. Vease Elorza, art. cit., I, pag. 143 y II, pag. 394

[1361n.4 (19 abr. 1924), 3-5

[1362Id., pag. 5

[1363Su último número - el 69 - es del 25 de julio de 1925

[1364«Advenimiento», n.1 (15 jul. 1925), 1