I-1/ Historiografía
Si exceptuamos las reseñas parciales y coyunturales que nos proporcionan algunos periódicos o revistas de la época [1423], el primer trabajo sistemático sobre bibliografía del anarquismo nos lo suministra Max Nettlau [1424], el «Herodoto de la anarquía», como lo denominó Rudolf Rocker [1425].
Su obra, en extremo ambiciosa, abarcaba el movimiento anarquista de todos los países donde éste había tenido importancia, con dos secciones, una dedicada a libros y folletos y la otra a los periódicos. Esta parte, que es la que aquí nos interesa, es muy completa por lo que respecta a la relación de títulos, pero como ya señalaba Arbeloa en su día [1426], con informaciones muy sucintas sobre ellos y en muchos casos dudosas.
Esta primera contribución, muy valiosa en conjunto, no tuvo desgraciadamente continuadores. Hubo intentos, es cierto, pero seguramente fallidos. Hemos recogido uno muy curioso por la metodología empleada. Su intención era formar un catálogo con información bastante completa:
«Deseando hacer una estadística de la labor anarquista realizada en España desde la Internacional o sea desde 1870 hasta la fecha, esperamos que cuantos compañeros puedan y quieran nos faciliten relación de los periódicos ácratas que se han publicado durante el interregno de estos cuarenta años, indicando además del título, si su aparición era eventual, mensual, quincenal, semanal o diaria y si tenía el carácter de colectivista, comunista o individualista, sin olvidar tampoco la localidad y época de su publicación. [1427]»
Añadía también libros y folletos y, lo que es más importante, aseguraba tener bastante adelantados los trabajos que afectaban a la clasificación de los periódicos. Sin embargo, ignoramos el éxito que tuvo en la encuesta, aunque a juzgar por los resultados no debió ser muy bueno.
Habrá que esperar los primeros trabajos de Diego Abad de Santillán en este campo publicados en su diario La Protesta de Buenos Aires en 1926 [1428], completado con otro, año y medio después [1429]. El apartado dedicado a España era necesariamente desolador. La dictadura de Primo de Rivera había conseguido reducir la propaganda y el movimiento anarquistas en España a sus mínimos vitales, aunque no había desaparecido totalmente.
En 1928, un aprendiz de bibliófilo, ensayaba un catálogo de la prensa asturiana [1430]. Como el propio autor señalaba, su trabajo es bastante imperfecto y de todas las publicaciones que recoge - hay bastantes lagunas - pocas tiene en ese momento a la vista, limitándose a dar el título y poca cosa más. La ausencia de bibliotecas o centros dedicados a la conservación de este tipo de material hacía este género de trabajos muy difícil y problemático.
En esta misma Revista Blanca, Federico Urales había publicado dos años antes un estudio sobre el movimiento obrero [1431], en el cual se incluyen algunas revistas anarquistas, pero al no ser un estudio centrado en la prensa, se limita a citarlas, dando muy pocos detalles de las mismas.
Juan Díaz del Moral, notario de Bujalance, daba por concluida en 1923 su magna obra sobre el movimiento obrero español [1432], la cual habría de esperar seis años para ser publicada. Además de los indudables méritos del libro, el autor - consciente de la importancia de la prensa para el conocimiento de nuestro movimiento obrero, de la que había hecho uso profusamente - elaboró unas listas bastante nutridas de prensa obrera de España y del extranjero, incluyendo además en apéndice «la historia de muchas de las publicaciones comprendidas en esta lista, que estimo de gran importancia para determinar la difusión y la influencia del obrerismo español (…) Este avance de bibliografía tiene pretensiones muy modestas. Aspira solo a constituir un cuadro, que los “enterados” irán rellenando poco a poco. [1433]»
Aunque Renée Lamberet [1434] señala otras revistas y periódicos en los que aparecieron artículos relativos a este tema, eran generalmente referencias coyunturales a la prensa del momento con una importancia muy escasa.
La sorprendente eclosión de propaganda - sobre todo revistas y periódicos - que se produjo a raíz del alzamiento del 18 de julio de 1936 y el proceso revolucionario que se abrió a partir de entonces, dio como resultado un intento de sistematización de la misma, organizándose encuentros entre los directores de la prensa anarquista [1435], o generando estudios como el que quería llevar a cabo Hem Day.
«Se publica un cuestionario para ser contestado por todas las publicaciones anarquistas o sindicalistas con el fin de que Hem Day pueda hacer un estudio de la prensa libertaria que se publica en España a raíz de los acontecimientos de julio… [1436]»
Con la derrota en la guerra civil se abrió un período bastante dilatado de vacío en este tipo de estudios en nuestro país. Sin embargo, en Francia, dentro de un vasto plan de bibliografía y cronología de los movimientos obreros y socialistas en los diferentes países, Renée Lamberet, gran amante y conocedora del anarquismo español, llevó a cabo la parte correspondiente a España [1437]. Nos sumamos sin reserva a los elogios que Arbeloa le dedica [1438] y creemos que se ajustan a razón sus críticas a los inevitables errores e imprecisiones que la obra contiene. Este trabajo vino a representar un hito en la historia del movimiento obrero español de consulta obligada por los historiadores, algo así «como el “Catón” de nuestros ya lejanos años de escuela. [1439]»
Con el resurgir del interés por el conocimiento del movimiento obrero español que podemos situar en la década de los años sesenta, empiezan a aparecer obras que conceden a la prensa obrera una importancia de primer orden. Josep Termes Ardevol [1440] incluye en un apéndice a su estudio sobre la Internacional española una lista de periódicos internacionalistas y obreros que completa la proporcionada por Lamberet para este período [1441]. Pero no eran estudios sistemáticos sobre la prensa y las listas daban pocos más detalles además del título y lugar de publicación.
A finales de la citada década se va a intentar de nuevo un estudio sistemático de la prensa obrera en España, pero esta vez introduciendo criterios científicos para poder fijar las publicaciones en el contexto del cual surgen y posibilitar un estudio seriado y comparativo, con la finalidad, en definitiva, de realizar una tipología de la prensa obrera. Victor Manuel Arbeloa - al parecer con gran entusiasmo - inició sus trabajos [1442], que fue publicando en las revistas que generosamente querían acogerlos a medida que los realizaba. Era un vasto proyecto que como tantos otros quedó inconcluso. Ignoramos las causas que le indujeron a abandonar su empresa, pero no cabe duda que lo realizado ha servido a muchos para iniciar o completar sus propios trabajos. A pesar de sus errores [1443] - que en este tipo de trabajos se deslizan con exasperante facilidad - llevó a cabo una labor encomiable, de la que nosotros hemos hecho un uso exhaustivo y del que por tanto nos sentimos deudores, así como también de sus predecesores.
No obstante, estos no han sido los únicos intentos. Sebastián Faure - conocido militante anarquista francés - concibió un proyecto extremadamente ambicioso que consistía en una bibliografía de toda la producción literaria del anarquismo mundial hasta la fecha [1444]. Este proyecto, inacabado apenas iniciado, se lo planteó de nuevo hace unos años Leonardo Bettini, anarquista italiano, el cual comenzó por elaborar un catálogo de los periódicos anarquistas italianos publicados en la península y en el exterior [1445]. La continuación del plan quedó de nuevo frustrada con la muerte del autor [1446].
Recientemente se comienza a dar a la prensa la importancia que merece en el conjunto de los estudios históricos y empiezan a ser elaboradas monografías locales o por períodos, que sumadas a las síntesis generales de la historia de la prensa española, posibilitarán en un futuro no muy lejano estudios mucho más profundos de la misma [1447].
I-2/ Estructuración del catálogo
Para la composición de este catálogo se ha partido de la ficha base establecida por V.M Arbeloa en sus trabajos sobre la prensa obrera [1448], mejorada por el monumental estudio de Leonardo Bettini [1449] y completada por nosotros [1450]. Creemos que resultaría ocioso recalcar que en las fichas ya elaboradas por Arbeloa poco he podido introducir. Únicamente añadir ciertos detalles y tratar de corregir los errores que en este tipo de trabajos - repito de nuevo - se deslizan con exasperante facilidad.
Aunque posteriormente tuve la tentación de elaborar las fichas según el modelo establecido por Celso Almuiña [1451], renuncié a ello por varios motivos, entre los cuales el principal fue que aquella estaba diseñada para un tipo de prensa muy diferente y en algunos casos diametralmente opuesta a la estudiada por nosotros. La ficha de Almuiña está concebida para reflejar una empresa periodística estable con una serie de estamentos perfectamente diferenciados y con competencias propias [1452]. Igualmente refleja una cierta jerarquización de funciones con un personal más o menos fijo. Es una ficha más completa es cierto, pero también por ello más laboriosa y de haber emprendido nosotros ese camino poco hubiéramos ganado en conocimientos y por el contrario el esfuerzo hubiera sido considerablemente mayor y habríamos tenido que desistir. Mientras la prensa no obrera [1453], en general nace y se desarrolla apoyándose en empresas periodísticas o editoriales que procuran monopolizar el mercado de la información - al menos en el sector por ellas cubierto - como una empresa capitalista cualquiera, es decir, rentable, las premisas de las que parte la prensa obrera - y especialmente la anarquista - son muy diferentes y sus objetivos suelen estar asociados a un determinado tipo de movimiento y por lo tanto participa, generalmente, de sus vicisitudes.
I-3/ Ordenación del Catálogo
El catálogo se ha ordenado en el cuerpo de la obra en forma cronológica, subdividido en capítulos más o menos significativos. Hemos creído que la clasificación cronológica daría una visión mucho más comprehensiva de la evolución de la prensa anarquista en nuestro país que cualquier otra.
Los límites cronológicos de los capítulos, aunque puedan parecer arbitrarios, obedecen a un intento de agrupar la prensa atendiendo principalmente a la tendencia predominante en esa época concreta. Por ejemplo en el capítulo denominado Lucha de tendencias (1881-1890), aunque ésta no se manifiesta claramente hasta la aparición de La Justicia Humana (1886) y Tierra y Libertad (1888), se ha preferido denominarla así porque en cierto modo la década está marcada por ella y lo mismo podrá decirse de la década siguiente o del capítulo dedicado a la dictadura que lo hago comenzar cuatro meses antes de la instauración de ésta, para incluir revistas con una gran significación dentro de la misma, como Generación Consciente o La Revista Blanca, etc.
Esta ordenación cronológica del cuerpo de la obra se complementa con dos índices:
uno general alfabético, para facilitar la búsqueda de una determinada publicación y otro alfabético por provincias, clasificadas éstas a su vez alfabéticamente [1454] para tener una visión lo más amplia posible de la prensa aparecida en un lugar determinado en la época que estudiamos, como es lógico, en este último índice se omite el lugar de edición para aquellas publicaciones editadas exclusivamente en la propia capital de la provincia. Estos índices además completarán los gráficos incluidos en el apéndice al tomo I.
Se han añadido, además dos listas. En una de ellas se recogen aquellas publicaciones que, por múltiples razones, no han sido incluidas en catálogo, aún siendo su existencia muy probable. Entre estas razones dos serían las más importantes: la primera se refiere a lo dudoso de su adscripción, ya que en la mayoría de los casos no se conocen ejemplares de la misma y la otra ha obedecido a razones de tipo temporal por haber llegado a nuestro conocimiento cuando habíamos decidido cerrar definitivamente el catálogo.
En la otra lista recogemos aquellas publicaciones que fueron anunciadas y que con toda probabilidad jamás llegaron a ver la luz.
En ambos casos el orden de las mismas es alfabético
I-4/ Metodología
I-4.1 Criterios de clasificación de la prensa
Hasta ahora, según nuestros conocimientos, nadie ha encontrado la formula mágica para encuadrar a la prensa en una clasificación coherente, objetiva y que no presente fisuras o ambigüedades de dudosa catalogación. La prensa por nosotros estudiada es mucho más restrictiva, ya que se engloba dentro de una determinada ideología: la anarquista y sus diferentes ramificaciones; pero no por ello deja de presentar problemas y ambigüedades. Existen periódicos que se definen de forma clara y no presentan ningún tipo de dificultad.
El problema se presenta cuando - por causas diversas - el periódico no manifiesta una tendencia clara, sobre todo si la publicación la conocemos solo a través de fuentes indirectas. En general hemos seguido criterios amplios, y en caso de duda se ha preferido incluir la publicación en el catálogo antes que relegarla al olvido.
Por ejemplo, en la época de la I Internacional hemos considerado todos los periódicos que se declaraban internacionalistas, por motivos obvios, dado que - como es bien sabido - en nuestro país esta asociación tomó desde el primer momento una tendencia bakuninista, o si se prefiere, colectivista.
Por otro lado, especialmente a partir de la última década del siglo pasado, la ideología anarquista se diversifica en múltiples tendencias, las cuales se irán ampliando a medida que influencias de otros movimientos radicales incidan en aquella. El individualismo -nietzienismo, ibsenismo, stirnerismo, etc-, la pedagogía racionalista -escuela moderna-, el neomalthusianismo, naturismo, tolstoismo, etc., sin olvidar por supuesto el sindicalismo revolucionario de origen francés que tanta importancia adquirió en nuestro país con el nacimiento de la CNT y el posterior surgimiento del anarcosindicalismo, darán como resultado diversos tipos de anarquismo según pongan el acento en una u otra forma de actuación social, económica, política etc.
A continuación presentamos un esquema simple del desarrollo y diversificación del anarquismo en nuestro país. Debemos señalar, sin embargo, que este esquema es meramente orientativo y está basado principalmente en los diferentes tipos de prensa anarquista con la que nos hemos ido encontrando a lo largo de nuestro estudio.
I-4.2/ Procedimientos de rastreo y localización de prensa
Pasemos a hablar ahora de los métodos seguidos hasta aquí para la búsqueda y localización del material que compondrá este catálogo y que pretende ser lo más exhaustivo posible.
El primer paso naturalmente fue la utilización del material elaborado hasta entonces por Lamberet y Arbeloa [1455] completado con listas proporcionadas en algunos libros sobre la historia del anarquismo ya citados anteriormente u otros.
El paso posterior [1456] fue la búsqueda sistemática en los archivos, bibliotecas o hemerotecas que poseen material anarquista anterior a la guerra civil española.
El principal problema con el cual nos hemos tropezado ha sido la falta generalizada de catálogos publicados de los fondos hemerográficos que dichas instituciones poseen. Nos fue de mucha utilidad el publicado por Marta Bizcarrondo [1457] sobre los fondos españoles conservados en el Archivo Social de Amsterdam, uno de los más importantes del mundo en material anarquista. Hace ahora aproximadamente dos años, la biblioteca Arús de Barcelona publicó un catálogo [1458] de su prensa periódica del siglo XIX,enriquecida con posteriores donaciones de documentación anarquista, entre las cuales se cuenta como más importante la llevada a cabo por el conocido militante Hermoso Plaja muerto hace tan solo unos años.
De las hemerotecas españolas que poseen fondos de interés y que he examinado escrupulosamente están en orden de importancia las de Barcelona, Madrid y Valencia. El Centro de Documentación Histórico-Social de Barcelona cuenta también con algún material y los archivos municipales de algunas ciudades de la provincia de Barcelona [1459] conservan algunos periódicos de los publicados en las mismas.
Lamentablemente no ha podido ser visitada la biblioteca pública de Cádiz que posee un importante fondo de prensa anarquista publicada en esa ciudad. Así como tampoco los archivos de Canarias, aunque en este último caso ignoramos que frutos proporcionaría la búsqueda.
Por lo que hace referencia a la prensa anarquista publicada durante la guerra civil es importante el Servicio Histórico Militar [1460] y el de Salamanca. A este propósito, el trabajo que se llevó a cabo bajo la dirección de Vicente Palacio Atard [1461] sobre la prensa publicada en España durante la guerra civil y conservada en la Hemeroteca de Madrid, Servicio Histórico Militar y Archivo de Salamanca nos ha sido de utilidad.
Las dificultades con las que nos hemos tropezado son múltiples y variadas. Quizá la más importante sea la relacionada con el propio carácter del material, es decir, su dispersión y las lagunas en su conservación. Muy pocas colecciones completas se conservan y algunas lo son si se reúnen los materiales de varios archivos. De las más de ochocientas cabeceras diferentes incluidas en el catálogo, aproximadamente un 40% solo las conocemos por referencias indirectas [1462]. Gracias a este método conocemos publicaciones de las que tenemos absoluta seguridad de que existieron - al menos en su primer número -, pero que tenemos muy pocas probabilidades de que se conserve en alguna parte, a no ser algún archivo privado, pero aún esta posibilidad es remota. Otro tanto por ciento bastante elevado se compone de algún número suelto [1463] y solo un número muy reducido se encuentra completo o casi.
I-4.3/ Desglose de la ficha técnica
Como antes hemos apuntado, partimos de la ficha base establecida por V.M. Arbeloa un poco ampliada y mejorada para situar lo más ampliamente posible a la publicación. Podemos subdividirla en tres apartados: ficha interna, externa y de contenido.
La ficha general, tal como aparece en el cuerpo de la obra, se individualiza con el título de cabecera. En el caso - poco frecuente - de que una misma publicación cambie de cabecera, aunque todos sus demás datos permanezcan casi iguales, se elaboran dos fichas distintas. El título o cabecera de la publicación se situará debajo de un número de orden que es el que le corresponderá dentro de la clasificación cronológica.
La ficha interna se descompone en subtítulo, lugar de edición, duración, frecuencia, redacción y administración, director, imprenta, tendencia, precios, páginas, formato y columnas. La ficha externa refiere a su conservación e incluye los archivos, hemerotecas, bibliotecas o colecciones particulares donde la publicación puede ser consultada. Incluye además un apartado de observaciones donde se reflejarán aquellos datos relativos a su tirada y distribución - poco conocidos por fuentes directas, debido a las características de la prensa anarquista - y también otros datos de interés relativos a su historia particular: asaltos a la redacción, denuncias, procesos, etc.
Por último la ficha de contenido se descompone en cuerpo de redacción, el cual contendrá las firmas que más asiduamente colaboraron en la publicación ante la imposibilidad - en la generalidad de los caso - de saber quienes eran sus redactores. Secciones: se incluirán aquellas que sean fijas o más habituales y por último, una selección de trabajos de la publicación. En esta selección se dará preferencia a aquellos que traten directamente sobre la propaganda, aunque no se omitirán otros que se consideren interesantes, pero con criterios muy restrictivos, ya que no se trata de llevar a cabo un vaciado de la prensa anarquista.
Como complemento a cada ficha, se incluye un apartado de referencias, donde se dejará constancia de todas aquellas que se conozcan sobre la publicación en cuestión o de los estudios que a la misma se hayan dedicado
I-4.4/ Elaboración de la ficha
La ficha se ha compuesto de la siguiente forma: los apartados se toman del primer número del periódico o revista o en su defecto del primer número conocido, señalando en cada uno de ellos las variaciones si la hubiere y el número en que éstas se producen.
En el apartado de Duración quedará reflejada la fecha del primer número y la del último conocido. En el caso de que no conozcamos el número inicial se pondrá entre paréntesis [i.e. [ ]
en el sitio]la fecha aproximada que nosotros juzguemos más ajustada por deducción del resto. A continuación el primer número conocido y después el último. Obviamente, cuando solo se haya conservado un ejemplar de una serie el primer número y el último conocido coincidirán.
Cuando un apartado no aparezca en la ficha de una publicación de la cual se conservan ejemplares, significa que éste no existe (o bien que carece de interés en el caso de lo que nosotros denominamos ficha interna). Por ejemplo, algunas publicaciones carecen de subtítulo o no reflejan los precios, etc. Hay otros datos que en todos los casos tienen entidad: formato, columnas, páginas, etc. Algunas publicaciones, sobre todo las conservadas únicamente en Amsterdam, tendrán el apartado Formato vacío, ya que su consulta no se realizó directamente sobre la publicación, sino en soporte microfilm o fotocopia y ello, como es lógico, imposibilita averiguar sus medidas, único dato, por otro lado, que es necesario tomar directamente del original.
Cuando no se conocen ejemplares de una publicación, en la ficha se incluyen únicamente los apartados de los que se tenga constancia por fuentes indirectas, además del título.
Algunas publicaciones, muy pocas, - o los fondos concretos de las mismas en algún archivo o biblioteca - no han podido ser consultadas por dificultades de orden vario. En este caso se deja constancia - en el apartado Hemeroteca - a continuación del fondo cuya consulta no ha podido ser realizada. Cuando al hacer la reseña de una publicación debamos referirnos a la misma, ésta se mencionará mediante puntos suspensivos entrecomillados, a fin de evitar repeticiones innecesarias. En el caso de que la alusión sea suficientemente evidente se omitirá toda mención
I-5/ Abreviaturas
[en el papel]
Con el fin de no hacer excesivamente largo este catálogo, ya de por si demasiado extenso hemos recurrido al empleo de abreviaturas para aquellas palabras que con más frecuencia se repiten
I-5.1/ Abreviaturas de la ficha
Por lo que respecta a los apartados de la ficha éstos se abreviarán de la siguiente forma:
Sub.: Subtítulo
Loc.: Lugar de edición
Dur.: Duración (fecha del primer y del último número)
Fre.: Periodicidad o frecuencia
Adm.: Redacción y Administración
Dir.: Director
Imp.: Imprenta
Ten.: Tendencia (espacio que ocupa dentro de la ideología anarquista)
Pre.: Precios
Pag.: Páginas
For.: Formato
Col.: Columnas
Hem.: Archivos, bibliotecas y hemerotecas donde se conservan y los números que las mismas poseen
Obs.: Observaciones
C.R.: Cuerpo de redacción (o en su defecto colaboradores más asiduos de la publicación)
Sec.: Secciones (las más habituales)
Art.: Selección de artículos que hagan referencia a la propaganda o en su defecto los que creamos que tienen una gran importancia en el desarrollo teórico del anarquismo o en su historia
Ref.: Referencias
I-5.2/ Siglas de Archivos y Bibliotecas
Hemos debido recurrir a establecer determinadas siglas para indicar las bibliotecas o hemerotecas que poseen material anarquista. Generalmente estas siglas - en el caso de los archivos más importantes - están internacionalizadas pero en otros casos han sido elaboradas por nosotros. Por orden alfabético de siglas, estas son las que hemos empleado en el presente catálogo:
AHS: Archivo de Sabadell
AB: Ateneo de Barcelona
ABe: Archivo Berneri de Pistoia (Italia)
AM: Ateneo de Madrid
AMA: Archivo Municipal de Alcoy
AMB: Archivo Municipal de Baracaldo
AMM: Archivo Municipal de Manresa
AMMa: Archivo Municipal de Mataró
AMP: Archivo Municipal de Palma Mallorca
AMR: Archivo Municipal de Reus
AMSFG: Archivo Municipal de San Feliu de Guixols
AMV: Archivo Municipal de Vinaroz
AMZ: Archivo Municipal de Zaragoza
AP: Archivo Paeria de Lérida
APStP: Archivo Provincial Sant Pere de Ripoll
AS: Archivo de Salamanca
BA: Biblioteca Arús de Barcelona
BC: Biblioteca de Cataluña (Barcelona)
BDA: Biblioteca de la Diputación de Alicante
BDIC: Bibliothèque de Documentation Intern. Contemp. París
BEV: Biblioteca Episcopal de Vic
BF: Biblioyeca Fornás de Barcelona
BFM: Biblioteca de la Fundación March de Palma Mallorca
BFT: Biblioteca del Fomento del Trabajo de Barcelona
BGA: Bibl. züm Geschichte der Arbeiterbewegung. Bochum. RFA
BM: British Museum de Londres
BMP: Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander
BMPo: Biblioteca Museo de Pontevedra
BN: Biblioteca Nacional de Madrid
BPB: Biblioteca Pública de Badalona (Caixa)
BPC: Biblioteca Pública de Cádiz
BPE: Biblioteca Pública de Elche
BPI: Biblioteca Pública de Igualada (Caixa)
BPM: Biblioteca Pública de Mataró (Caixa Laietana)
BPP: Biblioteca Pública de Palma Mallorca (Casa de Cultura)
BPS: Biblioteca Pública de Soria
BPSu: Biblioteca Pública y Caixa d’Estalvis de Sueca
BSP: Biblioteca Soler y Palet de Tarrasa
BUB: Biblioteca Universitaria de Barcelona
BUBe: Biblioteca Universitaria de Berckeley
BUV: Biblioteca Universidad de Valencia
CDHS: Centro de Documentación Histórico-Social de Barcelona
CECI: Centre d’Estudis Comarcals de Igualada
CEH: Centre d’Estudis d’història Contemp. (Bibl. Figueras)
CIRA: Centre Intern. … Ginebra
FPI: Fundación Pablo Iglesias de Madrid
HCa: Hemeroteca de Cartagena
HMG: Hemeroteca Municipal de Granollers
HMM: Hemeroteca Municipal de Madrid
HMa: Hemeroteca de Mahón
HV: Hemeroteca de Valencia
IEI: Instituto de Estudios Ilerdenses
IEV: Institut d’Estudis Vallencs
IFHS: Institut Français d’Histoire Social de París
IISG: Instituto Internac. de Historia Social de Amsterdam
IMHB: Instituto Municipal de Historia de Barcelona
SHM: Servicio Histórico Militar
Como antes indicábamos, los fondos conservados en el SHM, han pasado íntegramente a la FPI. Por lo tanto cuando en una ficha aparezca la primera indicación, significará que el original puede encontrarse en la segunda, pudiéndose consultar en la primera solo una reproducción en microfilm de 16 mm.
I-5.3/ Abreviaturas de organizaciones
Se indican a continuación las siglas de las organizaciones que más asiduamente se han utilizado en el presente trabajo, tanto en la elaboración del catálogo como en la parte analítica:
AIT: Asociación Internacional de los Trabajadores
CNT: Confederación Nacional del Trabajo
FNA: Federación Nacional de Agricultores
FNIF: Federación Nacional de la Industria Ferroviaria
FRE: Federación Regional Española
FSORE: Fed. de Sociedades Obreras de la Región Española
FTRE: Federación de Trabajadores de la Región Española
GIJA: Groupe International des Jeunesses Anarchistes
OARE: Organización Anarquista de la Región Española
S.U.I.G.: Sindicato Único de Industrias Gráficas
UGT: Unión General de Trabajadores
UTC: Unión de Trabajadores del Campo
I-5.4/ Otras abreviaturas
Además de las abreviaturas usadas conmunmente y que aquí se obvian, hemos debido usar algunas otras que a continuación detallamos: De los meses: Estos se abrevian usando las tres primeras letras de cada uno de ellos De poblaciones: Se abrevian las poblaciones más importantes y que con más frecuencia se repiten:
(B): Barcelona
(M): Madrid
(S): Sevilla
(SMP): San Martín de Provençals
(SS)): San Sebastián
(V): Valencia
(Z): Zaragoza
De publicaciones: Algunas revistas o periódicos citados frecuentemente también se abrevian:
A.L.: Acción Libertaria
ASO: Acción Social Obrera
B.R.: Bandera Roja
B.S.: Bandera Social
C.A.: Cultura y Acción
C.O.: Cultura Obrera
P.: El Poductor
P.L.: El Productor Literario
P.O.: El Porvenir del Obrero
R.B.: La Revista Blanca
R.S.: Revista Social
S.O.: Solidaridad Obrera
T.L.: Tierra y Libertad
Bibliográficas: Las continuas referencias a Arbeloa y la dispersión de sus trabajos en diferentes revistas, nos ha obligado a abreviar sus citas bibliográficas de la siguientes forma: A cada trabajo se le otorga un número entre paréntesis; de esta forma en la referencia aparecerá el nombre de Arbeloa y a continuación dicho número que remitirá al artículo correspondientes y a continuación la página o páginas donde la ficha en cuestión se encuentre:
(1) «La prensa obrera en España (1869-1899)», Revista de Trabajo (Madrid), 30 (abr.-jun. 1970), 117-195
(2) «La prensa obrera en España, II (1900-1923)», Id, 31 (jul.-sep. 1970), 67-111
(3) «La prensa obrera en Barcelona (1882-1923)», Cuadernos de historia económica de Cataluña (Barcelona), VIII (1972), 119-147
(4) Revista de Fomento social (Madrid), XXVI, 102 (1971), 165-183
(5) Id, XXVI, 103 (1971), 305-318
(6) Id, XXVII, 107 (1972), 323-336
(7) Id, XXVI, 104 (1971), 415-436
(8) Id, XXVII, 108 (1972), 437-446
(9) Id, XXVIII, 110 (1973), 199-208
(10) Id, XXXIII, 129 (1978), 91-102
(11) Id, XXX, 120 (1975), 407-419
(12) Id, XXVIII, 111 (1973), 305-321
Por ultimo se detallan, por orden alfabético, algunas otras abreviaturas no clasificadas en los apartados anteriores:
Art.: Artículo
Bibl.: Biblioteca
Bol.: Boletín
Don.: Dirección
Extr.: Extraordinario
Fed.: Federación
Inter.: Internacional
Izq.: Izquierada
n./nº/núm.: Número
n.u.: Número único
pag.: Páginas o páginas
p.e.: Por ejemplo
Plar: Particular
Pta.: Peseta
q.: quincena
R.E.: Región Española
ref.: Referencia
rs.: reales
s.: semana
s.d.: sin fecha
s.l.: sin lugar
selec.: Selección
supl.: Suplemento
suscrip.: Suscripción
Tip.: Tipografía, imprenta
Tno.: Teléfono