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Capítulo 8º

8.3/ Anarquismo y sindicalismo: Una vieja polémica

Nuevamente va a suscitarse en el seno del anarquismo la vieja polémica sobre organización y revolución, pero en esta ocasión en el cenagoso terreno del sindicalismo.

La particular trayectoria seguida por el movimiento obrero argentino a través de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), con su adscripción precisa a la ideología anarquista, tuvo una especial incidencia en el desarrollo y posterior evolución de la polémica en nuestro país. Sus portavoces, Diego Abad de Santillán y López Arango, desde la plataforma del diario obrero argentino La Protesta y el suplemento semanal del mismo nombre, de los que eran principales redactores, lanzaron un fuego graneado contra el «desviacionismo reformista» en el seno de la CNT.

Aunque los ataques iban dirigidos principalmente contra Angel Pestaña y Juan Peiró, los anarquistas italianos Errico Malatesta y Luigi Fabbri fueron también objeto de sus críticas por sus concepciones en torno al sindicalismo. Se les reprochaba a estos últimos haber contribuido al aislamiento del movimiento anarquista italiano, al separarse de las masas obreras y haber creado un movimiento específico [1365].

En España, el régimen dictatorial había obligado a muchos militantes anarquistas a exiliarse a Francia. Desde allí continuarían la labor reorganizadora de los grupos anarquistas y se dotarían de órganos de expresión propios, como Prismas de Béziers o Tiempos Nuevos de París [1366].

Poco margen quedaba en nuestro país, en estas condiciones, para poder llevar adelante una polémica teórica de altura. Sin embargo, el grupo «El Productor», con Buenacasa a la cabeza, haciéndose fiel intérprete de las teorías desarrolladas por Santillán y Arango [1367], sacó a la luz el semanario El Productor [1368].

Era su principal objetivo defender a través de sus páginas la necesidad del movimiento obrero anarquista, tesis fundamental del grupo argentino.

No tardó el grupo Peiró- Pestaña [1369] en contraatacar, publicando a principios de 1926 el semanario Vida Sindical. Defendía este periódico la necesidad de la legalización de los sindicatos, pero como muy bien señala Gómez Casas [1370], esta legalización, en última instancia, no dependía de éstos, sino de la dictadura.

En realidad se trataba de contrabalancear la influencia del anarquismo en el seno de la CNT y sin grandes variaciones reapareció de nuevo al producirse la caída de la dictadura, pero entonces las condiciones ya eran otras.

Sin una base práctica en la que sustentar sus respectivas posiciones teóricas, el debate estaba condenado a la esterilidad [1371]. La policía, tomando como pretexto acciones conspirativas, suprimió los periódicos en abril de 1926 [1372], zanjando radicalmente la polémica.

Este debate iba a reproducirse a nivel internacional, aunque desde un punto de vista diferente, con la publicación por parte del grupo anarquista ruso «Dielo Truda» de la «Plataforma de organización de la Unión General de Anarquistas - Proyecto [1373]», también conocida como Plataforma Archinoff, por atribuirse a éste la redacción de la misma.

En síntesis, este proyecto representa el impacto que la eficacia bolchevique, en la revolución rusa, había supuesto para el movimiento anarquista ruso. Se trataba de otorgar al anarquismo un papel dirigente en la preparación de las masas obreras y campesinas para la revolución y para ello era preciso «homogeneizar» el movimiento a través de una plataforma asumida por todos. Su influencia en España fue, aparentemente, escasa, dadas las especiales condiciones políticas que se vivían. No así en los medios del exilio internacional que se vio envuelto en una vasta polémica durante algunos años.


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[1365D.A.S., «Del anarquismo político a la ofensiva unitaria», Suplemento semanal de La Protesta (Buenos Aires), n.175 (1 jun. 1925)

[1366La labor propagandística de los exiliados anarquistas españoles en Francia fue muy intensa. En 1924 se constituyó en París el Grupo Internacional de ediciones anarquistas; se fundó la librería Internacional y comenzó a editarse la Revista Internacional anarquista, en castellano, francés e italiano. Todo ello, al parecer, con dinero aportado por «Los Solidarios», véase, Ricardo Sanz, El sindicalismo y la política, pag. 128, cit., por Elorza, art. cit., II, 367, nota 92. La suspensión de esta revista dió paso a Acción dedicado principalmente a los aspectos teóricos y desde 1925 se editó con cierta regularidad Tiempos Nuevos en París, al igual que las anteriores., la cual llegó a tener una continuidad apreciable, Elorza, art. cit., I, 143. En 1927-28 se publicó Prismas, en Béziers, bajo la dirección del valenciano Francisco Morales, «órgano de los anarquistas españoles en Francia», Elorza, art. cit., II, 323-325. El último intento de contar con un órgano propio en Francia lo constituyó, La Voz Libertaria, en marzo de 1929. Ante la imposibilidad de su publicación en Francia, por la oposición de las autoridades se trasladó a Bruselas en septiembre de ese año, Elorza, art. cit., II, 327-329

[1367En 1925 fue publicado en España, por la tipografía «Cosmos» de Martí Barrera, el libro de ambos, El anarquismo en el movimiento obrero, que resume sus concepciones en torno a la tan debatida cuestión Anarquismo y Sindicalismo

[1368El grupo editor del periódico lo componían: Joaquín Adelantado, José Alberola, Manuel Buenacasa, Ramón Suñé y Ramón Domínguez, vid., «Lo que debe ser “El Productor”», El Productor (Barcelona), n.1 (2 oct. 1925), 1, cit., por Elorza, art. cit., I, 183. En un principio se pensó editarlo con el nombre de El Libertario, pero razones de tipo político aconsejaron el cambio de nombre. La redacción se encontraba situada en Blanes, en la provincia de Gerona, pero se imprimía en Barcelona, desde donde se distribuía. A principios de 1926 su redacción se trasladó a Barcelona, con algunos cambios significativos en la misma. Para estos detalles y otros referentes a la tirada del periódico, véase Elorza, art. cit., I, 183, quien lleva a cabo, en pags. 181 y sgs., un extenso análisis de la polémica que este periódico sostuvo con Vida Sindical

[1369Aunque las concepciones de estos dos militantes cenetistas coincidían de modo aproximado en ese momento, sus posiciones pronto se harían divergentes, sobre todo a raíz del establecimiento, por parte de la dictadura, de los comités paritarios

[1370Historia de la FAI, op. cit., pag. 95

[1371Elorza, en su largamente citado estudio sobre el anarcosindicalismo bajo la dictadura, pags. 181 y sgs., elabora con materiales de primera mano por él seleccionados y desde su particular punto de vista, un análisis minucioso de esta polémica. Gómez Casas, Historia de la FAI, op. cit., pags. 69 y sgs., con buen juicio, hace necesarias precisiones a dicho análisis

[1372Suprimió también Prometeo de Madrid que había empezado a publicarse poco antes

[1373Para un análisis de la citada Plataforma, véase, Gómez Casas, op. cit., pags. 108 y sgs.